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Fachada de la Universidad del Atlántico
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“Prasca nunca me acosó, todo es un complot para sacarlo de la Universidad”

Laura Romero Peña, la estudiante que aparece hablando con el rector en un audio con contenido sexual, afirma que es un montaje de directivos que quieren el poder.

Jorge Cura Amar y José Granados Fernández

A un complot para sacar a Carlos Prasca de la rectoría de la Universidad del Atlántico atribuyó la estudiante Laura Romero Peña el audio filtrado por directivos de esta institución, a los medios de comunicación, en el que supuestamente el funcionario la acosa sexualmente.

“Él nunca me ha acosado y nunca se ha configurado el delito de acoso sexual conmigo”, afirmó la joven universitaria en entrevista con Emisora Atlántico y Zona Cero.com, en la que ratificó lo que, bajo la gravedad de juramento, sostuvo ante el Notario Séptimo de Barranquilla, Rafael Gutiérrez Martínez.

Respecto a la presunta conversación con Prasca, publicada por medios virtuales locales y en redes sociales, el pasado viernes 25 de enero, Romero Peña manifestó que se trata de una “grabación editada, sacada de contexto y distorsionada”, elaborada luego de que un amigo muy cercano a ella, de las Juventudes Comunistas, Juco, “violó mi confianza” con el propósito de poner en marcha un montaje contra el Rector, para lo cual utilizó comunicaciones telefónicas que ella sostuvo con este.

“Las personas que han escuchado la conversación no han escuchado el diálogo original, no saben la forma como se sacó de contexto y bajo qué circunstancias él (Prasca) me dijo esas palabras; tampoco deseo que se sepa al público, eso lo tienen que saber las autoridades competentes en esta situación. Yo solo estoy aquí porque quiero acabar con los rumores que están afectando mi buen nombre, el de mi familia y el de otra familia, que es la familia de él”, manifestó.

Montaje en marcha

Sobre qué tipo de familiaridad tenía con Prasca, tanto que podía llamarlo a su celular con mucha facilidad, la estudiante dijo que era una estrategia que “hacía parte del mismo complot que ya declaré en la Notaría”; explicó que lo conoció porque llegó a la Rectoría como “estudiante y, sobre todo, como integrante de la Juco”.

“Es cierto -expresó- que en la universidad, cada vez que hay una administración nueva, uno tiene que sentarse para crear relaciones de cogobierno con el Rector, entonces yo llego como integrante de la Juco. La Juco, al enterarse de esta situación, lo considera beneficioso y empiezan a armar el complot”.

Aceptó que en un primer momento ella formó parte del montaje contra Prasca y lo justificó argumentando que lo hizo “por la constante manipulación que me tenían y la forma como estaban trabajándome y diciéndome las cosas”. Explicó Romero que al ver lo que estaba pasando, ella reaccionó: “Digo, ¡Dios mío, yo no puedo hacer parte de esto!, porque voy a afectar el buen nombre y la familia de otra persona y la mía misma, como (en efecto) se ha afectado”.

“Decido alejarme de toda esta situación e intenté enmendar las cosas, pero la persona que tenía los audios originales, y que se encargó de editarlos y entregarlos, violó mi confianza, era un amigo mío muy íntimo que le abrí las puertas de mi casa y me traicionó de esa forma”.

¿Grabar las conversaciones con el rector Prasca hacía parte del complot?, fue la pregunta obligada.

“Sí hacía parte del complot y como él no me estaba acosando y no se podía configurar el delito de acoso por el que querían sacarlo, lo que hizo esta gente, ansiosa del poder dentro de la universidad, fue manipular y distorsionar los audios y sacarlos para intentar hacer ver eso (de que había un acoso sexual) a la ciudadanía”, respondió.

Los del complot

Además del amigo que dice que la traicionó, la universitaria reveló a Emisora Atlántico y Zona Cero.com que en el complot para sacar a Prasca están involucrados directivos, egresados y exfuncionarios que, desde el mismo proceso de elección del Rector, fueron férreos contradictores y opositores de su nombramiento:

“Cuando el audio sale el viernes (25 de enero) en la mañana, yo entró en un estado de alteración, solo podía llorar y asustarme, decido llamar a mi amigo y decirle: ahora mismo yo no voy a pelear contigo, llévame a donde las personas que hicieron esto; y dime y explícame qué está pasando y por qué me hiciste esto".

“Él, alterado por verme alterado a mí, decidió llevarme a la casa de (Roberto) Figueroa. Ahí es cuando yo llego a la casa de Figueroa, no como Figueroa se ha encargado de decir… que yo llego en busca de ayuda; yo no llego en busca de ayuda, porque yo no voy a buscar ayuda cuando yo sé que nunca hubo acoso. ¿Yo cómo voy a buscar ayuda para eso?

“Yo llego a él (a Figueroa) a reclamarle porque él fue quien filtró el audio a los medios de comunicación, dicho por mi mismo amigo cuando yo le exijo una explicación, y yo llego a eso. Pero como estaba tan alterada, tan conmocionada, ellos me ponen con una psicóloga, esposa de Figueroa, psicóloga parcializada que simplemente se encargó de decirme que él era un acosador, que él me había abusado y empezó a contarme sobre la ex esposa de Prasca, Rita no sé el apellido de ella, y empezó a decirme un montón de cosas… que ella también fue abusada psicológicamente por él, que ella lo encontraba en la Secretaría de Educación con otras mujeres, que él la trataba mal.

Y me acuerdo, perfectamente, que me dijeron todos ellos: ‘Si tú no denuncias (a Prasca) por acoso sexual, no te vas a blindar y a ti te van a venir a matar’, porque me hicieron creer, en ese estado tan alterado en el que yo estaba, que es que a mi me iban a matar. En esa reunión se encontraban (Fidel) Llinás; Gary (Martínez), (Roberto) Figueroa; Jonathan Camargo, Kevin Siza y otras personas que no las reconozco y nunca pregunté en ese momento quiénes eran”.

Roberto Figueroa es el representante de los profesores en el Consejo Superior de la Uniatlántico; Fidel Llinás salió de la decanatura de Ciencias Humanas; Gary Martínez y Jonathan Camargo forman parte de movimientos de izquierda e integraban el grupo de los ‘estudiantes eternos’ porque duraron años sin graduarse; y Kevin Siza es el secretario seccional de la Juco.

La universitaria también señaló como parte del complot a Antonio Vallejo, ex representante de los rectores en el Consejo Superior, de acuerdo con lo que le confesó su amigo sobre la reunión realizada cuando salió en medios virtuales la primera publicación de los presuntos acosos sexuales.

No hay vuelta atrás

Laura Romero reveló que al insistir en sus reclamos sobre por qué habían filtrado los audios bajo un contexto de acosos sexual, “cuando todo el mundo sabe que eso no fue un acoso”, la respuesta que le dieron fue “ya no hay vuelta atrás, ya sacamos el audio, ahora te toca a ti ir a denunciar para poder blindarte, porque si no te van a venir a matar, según ellos, Prasca y su gente”.

Además de la psicóloga, a la universitaria le pusieron al abogado Juan David Ortega para que la asesora y, según la denunciante, él debía “armar el caso de un acoso sexual”.

“No había más opciones (para ellos) sino armar el caso de un acoso sexual; él sabía cómo plantear eso, como quien dice: tú dile la verdad que él se encarga de echar la mentira para que esto sea un acoso sexual”, señaló.

Tras reconocer que le dio poder al abogado, cuestionó que este haya dado a conocer un audio en el que dialogaban ella como clienta y él como defensor. “Me parece el colmo que lo haya filtrado porque en ese audio, que también está sacado de contexto, pues lo que estoy diciendo hacía parte del mismo complot”, agregó Romero Peña.
 

La reunión con Ortega fue el lunes siguiente a la publicación del primer audio. Romero fue acompañada por una amiga a buscar que el abogado la ayudara a salir del problema en el que la habían metido y su argumento era que no se trataba de un acoso sexual.

“Cuando yo llego a donde Juan David, como quien dice, ya estaba avisado de que yo no podía cambiar de opinión con él, de hecho yo decido retirarle el poder, porque cuando comienzo a salir de mi conmoción, mi familia me dice: Laura, pero si tú sabes que no se configuró un acoso sexual… y como yo, como estudiante de Derecho, sé lo peligroso que es hacer una falsa denuncia, entonces yo dije… yo no voy a hacer eso, no voy a ser parte del complot de ellos, complot en el que ellos mismos están cayendo porque yo no lo menciono a él (al abogado) en la declaración (ante el notario), Figueroa lo echa al agua y se va del lado de Figueroa a decir un montón de mentiras y a violar el secreto profesional”, opinó Romero Peña.
 

Tras cuestionar a Ortega por lo que hizo, informó que instauró una queja contra él en el Consejo Superior de la Judicatura.

“Sí tengo miedo”

La universitaria dijo que hace más de 20 días que no va a la universidad y no sabe cómo va a terminar su último año de Derecho. “Sí tengo miedo, pero miedo por ellos y por lo que puedan hacerme por el hecho de no haber seguido con su juego sucio de acusar a un rector que a mí no me ha acosado sexualmente”.

Negó versiones que indican que le ofrecieron dinero para que cambie su versión del acoso sexual. “A mí -expresó- no me han ofrecido nada, es más, me parece curioso que el que me dio a mi la opción de llegar a un acuerdo con el Rector, de escribirle y hasta de sacarle plata por toda esta situación, fue Juan David”.

“Si es tan valiente de filtrar el audio y de decir que yo estaba siendo acosada, que sea valiente también de decir que él fue el que me dijo que llegara a un acuerdo con el Rector y él fue el que me dijo que podíamos sacarle plata por toda esta situación”, fustigó al abogado.

Al preguntarle si lo que este le propuso era una extorsión, comentó que Ortega “me dijo que lo que tenía que hacer era llegar a un acuerdo y pedirle a Prasca plata por todos los daños y perjuicios morales y psicológicos que me habían causado. Esa situación me hizo reaccionar y pensé: o se extorsiona o se denuncia; nada de esto estaba bien y me alejé de todo lo demás y fui por el poder y por todo”.

Declaró que sobre el abogado su familia le había dicho que “era muy obvio que hacía parte de ese mismo complot, porque ellos me lo recomiendan y cuando yo llego allá, él ya tenía una línea y no me deja hablar ni nada y yo con todo el estado (en el que estaba) me dejo llevar hasta que decido reaccionar”.

Confesó que el odio que algunos grupos han sembrado contra Prasca, incluso el que ella sentía como integrante de la Juco, obedece a que en la Juventud Comunista existe un “adoctrinamiento” en el que le dicen a la base universitaria -igual hacen otros movimientos de izquierda- que el Rector “va a acabar” con la Uniatlántico y que les quitará el poco poder que tienen y la legitimidad como organización dentro de la universidad, es decir que no se dejará imponer un cogobierno como en el pasado con otros rectores.

“Cuando decido conocer la forma como él trabajaba me di cuenta del engaño en el que había estado sometida todo este tiempo”, explicó Laura Restrepo y se dolió por lo que la Juco ha hecho con ella. “La verdad, sí me arrepiento, totalmente, de haber sido parte de una organización a la que le entregué muchísimos años y no dudó, ni un solo momento, en darme la espalda y traicionarme y hacer de mi vida... someterla al escarnio público, solo para afectarme”.

En medio de sus temores, públicamente la joven universitaria hace “responsables a ellos”, a los del complot, por lo que pueda pasarle luego de sus declaraciones.

Por este caso la Procuraduría General abrió una investigación disciplinaria al rector Carlos Prasca. Ante el pedido de que el funcionario sea separado de su cargo, el Consejo Superior de la Universidad del Atlántico dejó el proceso en manos del Ministerio Público.

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